Vega
Las sesiones de fotos con niños, en este caso con una preciosa niña de algo mas de 2 años, son una lotería. Si tienen un buen día será algo genial, te reirás un montón, pero si no lo tienen, como es en este caso, solo puedes armarte de paciencia y hacer las mejores fotos posibles.
No era el día ideal para la sesión que su madre Diana y yo teníamos en mente. Fue un día nublado y frío aquí en el norte, así que montamos los flashes en una habitación vacía y nos pusimos a ello.
Vega al tener un mal día no se prestaba a muchas cosas, pero lo peor era cuando se ponía a llorar. Llorando puedes sacar muchas fotos, pero no es lo que se busca para tener un recuerdo bonito. Entre llorera y llorera conseguíamos entretenerla lo suficiente para sacar unas cuantas fotos, pero la mejor idea que se pudo tener fue la de salir a la calle.
Parece que ahí todos nos relajamos, sin flashes, sin poses, sin ideas de qué podía salir, pero al final conseguimos entre las tres fotos preciosas que perdurarán.
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